Desde pequeñas soñamos con ser madres, con experimentar ese vínculo único con nuestro bebé; sin embargo, en el inicio de nuestra vida adulta necesitamos planificar el mejor momento para materializar ese sueño, haciendo uso de métodos anticonceptivos que nos permitan evitar un embarazo hasta no alcanzar la estabilidad emocional y económica para afrontarlo.
Cuando ya estamos preparadas para dejar de lado el método anticonceptivo y quedar embarazadas, queremos que sea cuestión de semanas para por fin presumir nuestra felicidad al ver esas dos rayitas en la prueba de embarazo. No obstante, no siempre sucede así, de hecho, en muchos casos es necesario contar con la ayuda de un especialista en fertilidad para conseguir ese embarazo tan deseado.
¿Y ahora qué sigue? ¿Qué le pasa a mi cuerpo? ¿Por qué no quedo embarazada?… nuestra cabecita empieza a hacerse mil preguntas, a llenarnos de angustias y preocupaciones, por lo que pensar en visitar a un especialista en fertilidad resulta ser una buena idea.
Comienza el proceso: estudio de fertilidad, diagnóstico, las relaciones sexuales programadas, el control del ciclo menstrual, el miedo al proceso médico y en muchas ocasiones debemos afrontar el peso económico del tratamiento. Entonces, es lógico preguntarnos cómo manejar todo este estrés sin que suponga un problema más grave en lo personal y como pareja.
La clave: comunicación
El inicio de un tratamiento de fertilidad puede provocarnos emociones encontradas: ilusión y esperanza al ver más cerca nuestro sueño de ser madres, y miedo y angustias al no tener certezas de los resultados. Este subibaja de emociones nos enfrenta a un lío emocional que muchas veces no nos permite expresar nuestros pensamientos y sentimientos de forma saludable.
La comunicación es clave en este momento; mantener una comunicación fluida con tu pareja, en donde puedas expresar cómo te sientes, lo que te pasa, y que también puedas escucharlo a él, es imprescindible, e incluso puede fortalecer la relación de pareja.
Por otro lado, comunicar tus miedos y dudas al equipo médico es absolutamente necesario; entre más informada estés, más calmada y tranquila te sentirás, lo cual tendrá un impacto positivo en el tratamiento.
Despeja tu mente
Nuestra mente es más poderosa de lo que crees; durante el desarrollo del tratamiento es posible que el estrés y la ansiedad que puedes sentir sean contraproducentes, por lo cual ocupar tu mente en otras actividades puede ser de gran ayuda, eso sí, siempre siguiendo las indicaciones médicas. Aprovecha para pasar momentos agradables, para ir al cine en pareja, para pasear una tarde soleada, para dedicarte a un hobbie… verás que hacerlo te permitirá transitar el proceso con mejor ánimo y podrás controlar tu ansiedad.
Relaja tu cuerpo y tu mente
Prácticas relajantes como el yoga o el mindfulness son excelentes en este proceso; relajar tu cuerpo y tu mente es necesario para evitar la incertidumbre de no saber qué pasará después, borrando de nuestra cabeza el angustiante “y si…”
Concéntrate en el aquí y el ahora, entrenar tu capacidad de estar «presentes en el presente», reconociendo de forma activa y abierta el transcurrir de la experiencia tal cual está sucediendo.
Busca ayuda de un profesional
Puede pasar que la situación te supere y sientas que necesitas ayuda, lo cual es absolutamente normal y entendible. Recurrir a un profesional que te ayude a manejar el estrés que sientes tú y tu pareja es una decisión acertada; será el especialista quien te ayude a descubrir cómo gestionar tus emociones y te guíe sobre cómo asimilar todo este proceso. Por otro lado, también será de gran ayuda cuando tengas que manejar las presiones de tu entorno; es importante que entiendas que los detalles del tratamiento solo te conciernen a ti y a tu pareja, y a quien tu decidas.
Si estas agobiada, y te identificas con todo lo expuesto en esta nota, es momento de buscar a un psicólogo especialista en fertilidad; tú y tu pareja no tienen por qué afrontarlo todo solos… el camino hacia la maternidad/paternidad no tiene que ser angustiante y estresante, al contrario, debe ser un camino de amor e ilusión.